viernes, 26 de agosto de 2011

La teta morada

Esta semana quería escribir alguna anécdota antigua, así como cierre a la primera semana de blog, como la de la señora y las gafas, pensando que la del trío iba a ser la de la semana, pero como cada día la gente se supera os cuento la de hoy:

2 a.m. Me acerco al guardiero y hay dos chicas, vestidas de negro en plan de fiesta, una de ellas se baja el escote del pecho...ummm... derecho, si el derecho y me dice "mira" (yo ya estaba mirando porque estaba siguiendo su gesto) y me enseña un pecho todo amoratado y me dice "quiero una crema antibiótica", ante mi cara de susto me dice que no es nada, que no le ha pasado nada malo sino al revés, lo primero que le digo es que necesita receta médica y que vaya al médico... yo en mi cabeza intento pensar cómo se ha podido hacer eso... y pienso... se ha apoyado en el borde de piedra de una piscina y se le han quedado las marquitas... ¡pero seré inocente!... porque claro, le pregunto "¿Cómo te has hecho eso?" y ella se lleva un dedo a la boca y se lo muerde... su amiga se parte y yo, ante lo increíble, empiezo a reirme también... ya me voy para dentro y le saco una cremita sin poder contenerme y pensar que a veces parece que me he caído de un guindo... ella me dice que no me ria, que no es cómico pero estamos los 3 descojonados.. antes de irse, yo todo paternal le digo... "Ten más cuidado muchacha"

Bueno pues esta ha sido la anécdota de la noche... todavía quedan 3 más así que puede pasar de todo!

Hasta lueguito!






No hay comentarios:

Publicar un comentario